LOS CAMBIOS QUE NO SE MODIFICAN

 





Algún mes del año 2009, Calle Julián Villagrán, centro de Monterrey. 

 
 

Eructando la torta de bistec que se compró en la Calle Reforma, al sujeto se le olvidó darle el último trago a la Coca en vidrio que había dejado en el puesto donde preparaban comida, la habitual concentración ya no era la misma. Era otoño de aquel año, nuestro buen amigo el matón no podía dejar de ver por detrás de su hombro, parecía estar manejando una moto al caminar por las calles aledañas a la Central de Autobuses. Sin embargo, volvió a pasar por el putero donde se había tirado a una señora que ya se encontraba al tope de deudas en Famsa, esta quería salir de las mismas; cobrando a casi cien pesos la “cita” a sus cuarenta y seis años de edad.  

 
 

“La vida es una perra” escribiría algún idiota que no sabe nada de la vida, en alguna publicación de su Fotolog.  

 
 

El matón se metió a su automóvil, un Sedan de rojo color que antes fue de un tono azul, se echó una siesta a las casi nueve de la noche con el fin de soñar con la morra que a este le gustaba en la preparatoria y que en su puta vida le hizo caso. Despertó, sacó de un compartimento muy cerca del freno de mano; un gramo de cocaína compactada en una envoltura de dulce. Inhaló y se dejó llevar por la gratuita paranoia que este polvo da. Se encontraba nervioso, este tenía que hacer un trabajo con alguien que no conoce y que solamente verá en un instante. Por otro lado, las cumbias se escuchaban muy fuerte, los sonidos del bajo sexto hacían vibrar los vidrios de la puerta. En aquella noche; el buen Sabino Gordo presumía de casa llena.  

 
 

¡He vato, vato, baja la ventana! —un desconocido se le acercó al lado del copiloto— ¡no te puedes arquear acá compa! Apenas que te des la vuelta por Villagómez, ahí si hay espacio, pero mejor no te digo nada si te hacen algo los culeros que andan cristaleando las naves. 

 
 

¡No pasa nada mi bro, ahorita me muevo, ando esperando a una morra del Waikiki! —el matón respondió sin escalar más— ¡Pues, llégale a la verga mi bro! 

 
 

Palacio de Gobierno, jueves 30 de septiembre del 2021, Monterrey. 

 
 

¡Pregúntale a alguien como se gana la vida, es más, mejor pregúntale como consiguió lo que posee y tendrás una caja de regalos o de herramientas! —le contesté al sujeto con el que estaba hablando— ¡La gente hace cosas intensas para ser lo que dicen ser, mejor hablemos de estos próximos seis años! 

 
 

“Las mentiras blancas opacan o más bien, aclaran las mentiras grises y no hablemos de las verdades, esas ya son peores” —¡Algo así redactaste en ese documento que enviaste por ahí el 2015! — 

 
 

—Siempre me ha gustado hablar de lo que se tenga que hablar en estos lares, sobre todo en frente de estas estatuas mal hechas de los indios nativos que existieron en estos montes, siempre me imaginaré a las doce familias estando dormidas, mientras llegaban estos salvajes y degollaban los bebes y les sacaban las tripas a las mujeres que trajo Don Diego de Montemayor, pero bueno, sangre se pagó con sangre.  

 
 

—Ya no te necesitamos… 

 
 

—Eso dicen cuando creen poder con todo, dentro de su burbuja de autoengaño, al igual que los idiotas que votaron por este nuevo gobierno que creen que están jugando dentro de ese parque de diversiones que no recuerdo cómo se llamaba, creo que se llamaba «Mundo de a deveras” 

 
 

—Subestimar la energía o las buenas intenciones de alguien con nuevas ideas, no es de caballeros, mi Joker  

 
 

—Oh, ¿ya espulgamos carpetas viejas de los archiveros? Sé que ahora son o pretender ser lo que alguna vez dijo el Trump: “El deep state”. Pues mi estimado, nada de lo que quiera salir del inframundo necesita de chispas angelicales lanzadas por charlatanes. Muy bien, sabes que como en el ajedrez no es posible estar moviendo piezas nomás por que sí. Sería muy pendejo o muy típico de la gente joven; cuando estos tienen un cargo donde no saben qué hacer con él. En muchos casos ignoramos la ley de la física, pero a la vez nos embarcamos armar los estímulos básicos de los axiomas.  

 
 

—Vamos a poner gente nueva, con ideas nuevas, por eso mismo, haré que te comas las palabras que andas vomitando. No eres más que un naco, sangre de chilango que anda haciéndole malos favores a los federales, tú y el CISEN me hacen lo que el viento a Juárez.  

 
 

—Siempre me imagino a los idiotas que votaron por este gobierno, de esa gente que se la ha pasado toda la vida aspirando o viendo en alguien, lo que no pudieron ser. Pero acuérdate mi estimado, la ciudad es una olla tibia que a veces se enfría o en ratos parece que va a estallar. 

 
 

—¿Cuándo caminas por la calle? ¿Te detienes a ver a los vagabundos? ¿haces algo por ellos? 

 
 

—No y sí, la ignominia y las culpas sin bases son las que los gobernantes siempre han hecho a lo largo de estos tiempos, creo que desde los romanos han sido unos culeros. Primera cosa que no deben de hacer: “No quitar el presupuesto ni los recursos de los «delineados». Estamos hablando de los enfermos mentales y la cartera de gente que debe estar bajo vigilancia. Se han tenido resultados, sí, uno que otro loco que se sale con la suya, o uno que otro que dejamos ser para no crear sospechas.  

 
 

—¿Por qué? Es mejor dejar que la naturaleza haga lo que tenga que hacer ¿no? ¿Qué acaso no es lo que tu gente está metiendo como excusas o irónicamente en su ideología? Creo que estás hablando de los proyectos del estado profundo.  

 
 

—No exactamente, es el mismo programa que se aplicó en Estados Unidos para minimizar a los asesinos seriales. Segunda cosa: “El proyecto de la goma”. El número de locos que van a salir de los anexos y su pinche vicio del «foco». Los homosexuales que no pueden controlar su ansiedad, de ahí me estiro con los pedófilos o etcétera.  

 
 

Tomé asiento y encendí un cigarro. 

 
 

—No puedes fumar aquí. 

 
 

—¡Ja! es el problema de los huestes como tú, creen que se iba arreglar su mundo desde su habitación en una colonia de “popis”, luego cuentan una historia triste o una experiencia de dos días para justificar que su burbuja no era de chicle. Patéticos.  

 
 

—Una vez dijiste algo de los pobres y ricos son como gatos y ratones… 

 
 

—Me sorprende que hayas mencionado algo así ¿Sabes por qué Morena gano? Más bien no mejor comentemos los mismos errores de los demás. Busquemos una solución sin darle vueltas al sujeto del pasado o más bien, lo que se debería de hacer es pagarle a la gente que puede mover ciertos grupos, pero a la gente correcta, mira, si en algo coincidimos es que nos cagan las marabuntas de gente resentida que no pudo hacer nada de provecho con su puta vida.  

 
 

—El problema del problema y sus niveles de pendejadas. Es lo mismo con las feministas, el feminismo de ahora no es más que un problema de despecho colectivo bien manejado por alguien que desea tener poder. Siempre asegúrate de lo que quiere o desea una persona y sabrás donde está el bien común de la maldad que los acongoja.  

 
 

—Eso de mantener ciertas gentes calladas con ciertas cantidades sí funciona. Pero como tu dijiste en el manifiesto que publicaste hace años “no es más que una desdeña de anarquismo, tratando de sanar ciertos rubros emocionales que no han logrado diseccionar para su superación personal”. 

 
 

—Así es, hasta parece ser que, si estudiaste muy bien de , al final de cuentas, una cosa no significa la otra, siempre existe un trasfondo bien cabrón. Seguimos siendo niños pataleando por algo que no nos gusta, y no es que no nos guste; sino, no es lo que queremos. Eso es más que un hecho. 

 
 

—“Dios los crea, el diablo los junta.  

 
 

—No quiero tener más contacto contigo, mandaré a alguien para que hable contigo para lo que sé necesite hablar.  

 
 

—Nadie va a querer hablar contigo mi estimado, no creo que hablemos otra vez, yo soy lo que esta debajo de cada escritorio de oficina gubernamental, gente como yo es aquella oscuridad de la que nunca alumbrarán en los archiveros. Simplemente debes saber que esto va serio y que nada cambió… no tenía por qué cambiar. 

 
 

Regresando al 2009… 

 
 

El matón, agitado; saco su escuadra, de esas que tienen las culatas desgastadas, de esas que las buscan con celo por parte de la Procuraduría del Estado. Sin pensarlo dos veces y al mismo tiempo recordando cuando vio el cómo unos malandros vejaban a su madre en su propia casa cuando este era un simple niño, jaló del gatillo.  

 
 

El objetivo cayó sin dejar rastro de autodefensa, balbuceaba. 

 
 

—Ahora ya estarás contento campeón, solamente los campeones me ganan, eres un campeón mi brother — sin más que decir, al hombre se le salió una burbuja de sangre desde la boca y el sicario se retiró para tranquilamente tomarse una cerveza a un bar llamado “460”. Al terminar de dar un trago, este eructó la cebolla de los tacos que se había comido, aunado a una picazón proveniente desde la punta de su miembro. La mano, como siempre ha sido, empezó a temblar, para luego calmarse.  

 
 

La canción «Under Preassure» de David Bowie se escuchaba en la rocola mientras un sujeto de origen indígena se fumaba una pipa con piedra de heroína.  

 
 

FIN