ELECCIONES




 ¿Qué es el pueblo? 

 
 

¿Un colectivo? 

 
 

¿El grupo pobre? 

 
 

El frustrado, o el sujeto que desea otra revolución para buscar una oportunidad. No nada más consiste en destruir lo que nunca pudo ser suyo. Como también el romper las bragas de la vecina bonita que nunca le hizo caso. No, no creo, creo que es algo más denso que eso. Este típico ser cívico espera poder ver cómo el revoltijo puede llevarlo a un mejor estatus, tomando lo que cree que es suyo por derecho. Un flojo, con poco talento, sin ningún mínimo de esfuerzo para mejorar, adorándose de ideas irracionales que confortan su estupidez.  

 
 

Así es cómo me imagino aquella imagen que representaba a un “mestizo”, ahora recuerdo muy bien aquel libro de historia que leí de niño en la escuela. Más bien, es la clara representación del mexicano, el del centro del país o sur, en pocas palabras un sujeto recargado de un solo pie en la pared de una ciudadela, «viendo a ver qué», mordiéndose los dientes, descalzo, con un sucio y descolorido pocho puesto encima. No ha cambiado la esencia. Los chilangos llevan de aquí acá con sus diablitos el pecado del pasado que traen en su ADN. 

 
 

El marihuano poeta se encontraba feliz, este le daba vueltas al churro que se había forjado, lo sobaba, se sonreía, se acomodaba la boina con la estrella roja mal cocida en frente de la misma. Seguía moviéndose por la ansiedad, se reía y se reprimía, por qué pensaba que la felicidad solamente era para los ricos. Su cabello largo es y fue su falso trofeo de libertad y rebeldía, a todo lo que le rodeaba. Un sociópata aceptado por la sociedad, pero mal entendido por ciertas cúpulas. 

 
 

Avenida Pino Suárez. 

 
 

—¡Anda nerviosa la gente! 

 
 

—Deberían… 

 
 

—¿A qué vienes? Sabes, andamos perdiendo donde apostamos. Pero mejor mira esta pinche ciudad, siempre me gusta verla desde esta pinche ventana. 

 
 

—Si, ya sé, es el único piso que tiene este ventanal y aire acondicionado, muy típico de ustedes hijos de la chingada. Sí, ando aquí porque estamos de bajada, por eso mismo regresé, y sí, también andan todos nerviosos por qué ando aquí en el área. 

 
 

—El jefe siempre habló y habla bien de ti, me da nervios que me pida que yo te vigile, me pinche aterra poner mi confianza en ti. 

 
 

—Cree lo que tú quieras, uno debe ser neutro, agrio o indiferente con lo que se tiene que ser. 

 
 

—¿Qué piensas? 

 
 

—Pensando en cómo voy a pagar todo lo que voy a hacer, todo esto lo hago por si tengo niños, por mis sobrinos, por los hijos de los puñetas que conozco. Se le dice filantropía. 

 
 

—Guasón, antes de que te vayas… por favor, se más suave. El partido ha cambiado, en serio, de verdad, aunque te rías culero. 

 
 

—Hace diez años que no me decían así, en esos años cuando mis risas hacían eco en el cerro de la silla.  

 
 

«Se escucha de fondo la canción “Wild in Blue” de la banda: Suicide». 

 
 

 
 

El marihuano poeta. 

 
 

Sientes los pasos, las bebidas de los locos que necesitan calmar el ridículo que hicieron en su intento de tratar de mantener el momento. Las plantas de tus tenis que ya llevas usando desde hace unos varios años te aniquilan el pie. Sigues ahí con tus palabras que se las lleva el viento, al igual que tu ego hambriento. No eres más que un inservible que trata de servir.  

 
 

Te odias a ti mismo, los gritos en la almohada ya no sirven, ese antibiótico que dices que te servía se volvió suave en tu terco sistema. No te aguantas, madrugas los pensamientos, te pones tu boina para poder sentir más seguridad, con el fin de no sentirte simple, escuchando música de libertad; encerrado en la hipocresía de una simulación mal improvisada. Continúas estando en contra de todo con el fin de poder buscar aquella caprichosa forma de llenar tus sentimientos individuales. Te sientes feliz, engañándote, muy bien, creo que es válido, lo comprendo, pero no te lo compro. Es más fácil vender unas pinches frituras rancias que tus ideas.  

 
 

Las pláticas con tus parecidos se vuelven ensaladas mezcladas para compadecer al camarada, cada uno está peor que otro. Los grupos de terapia no son suficientes, pero como toda herida, sientes esa necesidad de poder salir a flote, como la pus en una necia rajada. Para eso mismo te vuelves a quitar la costra, compadeciéndote otra vez y vender dolor. Lógicamente, terminarás dándote un balazo por qué vas a empezar a estar contra de ti. Pobre frustrado de mierda, ni para una bala tienes. Andar diciéndole a los morros confundidos que fumar de un foco los va a sacar de sus pedos, no está chido. Un revoltoso no es más que un simple sociópata excusador de todo.  

 
 

Ahora dime ¿por quién vamos a votar este domingo? 

 
 

El foráneo descontento. 

 
 

Llegaste a estas tierras, no sabías a que venías, de donde eres no existían ideas para donde ir. Dejaste tu pueblo abandonado, no diré el estado, todo el sur es igual para mí, su gente. No toda, pero sí la mayoría, siempre pongo a la pinche gente donde me convenga. No existe algo de lo que no te quejes, porque de eso se trata. Maldiciendo el lugar que te da medio de tragar y te pone un pinche tétrico techo encima de ti.  

 
 

Si, no encuentras una parte para poder hacer tus quehaceres que bien te enseñaron, en eso recuerdas los besos sabor a mecos de otro señor que no era tu papá y que te daba tu mamá al llevarte a ese jardín de niños; aquel lugar repleto de murales plasmados de pinches revoltosos que hace cien años presumían de gloria. Mis respetos para ellos, tú y tu pinche gente no les llegan ni a los tobillos, no son más que niñas lloronas que piden calma con dinero mal ganado. Aquí en el norte no es así, quédatelo bien metido en tu pinche cabeza o te lo meteré por el culo. Pendejo cuenta chiles. 

 
 

Pobre pendejo, la verdad, déjame acomodarme bien en esta pinche silla de cantina. Sinceramente me incomodas más tú. Ya sabes, como cuando tienes un buró y no lo usas en tu casa ¿Qué haces con él? Lo tiras ¿verdad? Por eso mismo carnalito, te pregunto ¿Me sirves? No, no, puta madre que no. Has estado juntando más gente para ver como chingados descompones esto a tú favor. A veces es correcto lo que no está bien, pero pues se están llevando de encuentro a todos. No tengo la culpa que un puñado de puñetas odien a todo mundo. En serio no sé cómo putas te duermes y te despiertas todos tus jodidos días. A pesar de que ahora tu pueblo está más abandonado que tu pinche paga semanal, tu hermana sobrevive chupando pitos en el pueblo más cercano del tuyo y esto para llevarle a la hedionda de tu abuela frijol con gorgojo. Como el traer putos foráneos de mierda como tu para darles el pitazo y dejar que le roben a la gente honesta y trabajadora de este estado.  

 
 

¿Uber? ¿Cuánto cobran por unas mamadas las changas de allá?  

 
 

Mira, no voy a dejar que sus votos sirvan aquí, regrésense a su puto pueblo, si no vienen a jalar o a servir.  

 
 

“No soy de aquí, no soy de allá no tengo edad” me gusta esa canción que puse en la rocola, habla muy bien de ti.  

 
 

 
 

 
 

 
 

Epílogo:  

 
 

En cinco minutos el del Uber lo tiró de la silla, rompiendo las patas de plástico; este tomó una botella media vacía de caguama y la rompió en la cara para seguir ensartándola en la boca y nariz, solamente y por el simple hecho de mandar el mensaje.  

 
 

El periodista rasca y huele 

 
 

Me acordé de ese periodista que le metieron una navaja en la boca y le obligaron a leer lo que había escrito, este se calló de por vida el culero. Seré sincero, me gustan los faramalleros, me ponen todo de pechito ¿por qué? Por qué son unos pinches psicópatas sin ganas de entender las consecuencias. Andan ahí rascándole el lomo al monstruo, donde a veces le provocan cosquillas, a veces es molestia. La verdad es que no puedes andar rascando donde no hay comezón, nomás te lastimarías.  

 
 

La gente que está arriba de mí, del cual respeto mucho, ya mandó a cerrarte la puerta desde afuera, si, es extraño cerrar una puerta desde afuera, alguna vez lo hice, o lo tuve que hacer con gente que se lo mereció. Ustedes los que andan en el “a ver que” confunden el informar con el de provocar, y te seré sincero, de eso se trata. No, no me des explicaciones, ya me las sé. Cállate de una vez en tu pinche vida que hoy vas a dormir de diferente manera, porque mañana desayunarás de otra forma, muy, pero muy diferente. Te lo digo ya qué soy de esos que le ponen esa… sal invisible a la comida, en otras veces es pimienta.  

 
 

¿Sabías que ciertos simios tienen accidentes? se les caen sus crías desde la meseta de un árbol, estos pobres changuitos mueren lento, muy lento, solos, con dolor, en el suelo de alguna jungla llena de asiáticos de mierda. Sabes, la ternura me da asco, mi padre intentó arreglar eso, pero no se pudo, en mi genética ya venía eso. Mi papá es una buena persona, yo no, pero así es, la ternura se acaba o se desgasta. Como veras, soy nieto de un carnicero del mejor rastro que existió en Nuevo León, este le cortaba los huevos de las reses, todos los días, luego se iba a echarse una cerveza, chingarse una señora, de esas que tienen el brazo grueso y ya. Eso de la parte maternal, pero en cambio, de mi parte paternal ¡Uff compadre! Era de la policía secreta del regente de la Ciudad de México, quien sabe cuanta gente desapareció, familias enteras con sus libros de Marx en los estantes, sabes, un dato curioso de él fue que el metió y sacó a Borroughs de la cárcel por meterle una bala en la cabeza a su mujer. Tiempos del Lecumberri.  

 
 

Volviendo a la madre que llora por la muerte de su pequeño changuito, esta changa lo carga y lo lleva a donde sea, pero muerto. Todo el tiempo pensando que está vivo, pero ahí va, la mamá changa pensando que todo está bien, con el bebé simio pudriéndose cada día más y más, hasta que un día se cansa, acepta que está muerto y lo deja ser. Bendita naturaleza. 

 
 

Así como tu ex con tu hijo, que nadie sabe, más que los registros que se pueden tener…  poder, puto poder. Ah, ya vas a llorar, siempre lloran ¿algo que decir antes? ¿O te enseño la fotografía de Peña Nieto con el dueño de Facebook? ¿Vas a seguir afectando a terceros para poder tratar de vender credibilidad con tus notas falsas?  

 
 

Mujer despechada. 

 
 

He visto personas caer, he visto personas levantarse, pero tu mi estimada, te has llevado el Oscar por arrástrate, creyendo que andas caminando por este lastre.  

 
 

Has estado metiendo mucho de ti en esto, te lo tomas personal para decir que es un problema general. Válgame, la gente ya no está tonta, en sí, la ignorancia es la mejor gasolina para ti, se tiene que ser muy mierda para poder basarse en la dolencia de otras chicas para hacer lo que tú haces. Lucrar, aprovecharse en casos de personas con pocas esperanzas de poder sanar lo que le hicieron para pedir “apoyos” que te embolsas.  

 
 

A ver, déjame ver la carpeta, ok, mami trabajaba las noches en el IMSS, uff subió de puesto dos veces en menos de un año. ¡Ájale! Tu papá la dejó por infidelidad, hasta de promiscua no la bajó, según las notas del juez. ¡Pff! Papá se puso triste y te metió una patada. Válgame, es lo malo de tener poder, uno sabe tantas cosas que no quisiera saber o poseer.  

 
 

No me mires así preciosa, no soy el lobo malo ¡woof, woof!, soy solamente un ente que dios puso en estas tierras de mortales para poder discernir. Ese tatuaje que te hiciste de una mantra ¿Qué chingados? No mames, ya hasta esta todo verdoso ¿Cuándo te aburriste de él o supiste que ya no podías quitártelo? Sabes, por ahí me han dicho que has tenido varios novios y mucho más. Como dice este pinche enfermo del Uber, a veces esta tan recorrido el tramo que parece una caminata más para los cabrones ¿has visto o notado su cara de aburrimiento cuando tratan de hacerlo bien? Pero bueno, eso ser muy mierda, yo no soy tan sexista, nomás este hijo de su pinche madre que me lleva a todas partes.  

 
 

La bestia se encuentra dormida, sonámbula, los ruidos ambiciosos de los avariciosos te exaltan, te fastidian, pero no te apantallan. 

 
 

Criatura de noche, violenta opresión propia que te deja un reproche sin maldita tregua. 

 
 

Bolsas de sangre donde sea, donde dicte tu conciencia reventarás a cada una de ellas.  

 
 

Sobas el anillo de la muerte, tapas la luz de tus ojos con el sombrero, una cerveza más; para sobornar la bestia que llevas dentro. 

 
 

El gallo se cansó de qué le picaran la cresta y le picó un ojo al castroso”. 

 
 

 
 

De regreso al edificio de la Avenida Pino Suárez 

 
 

— ¿Por qué? 

 
 

—¿Por qué? […] Cuantos «por qué» tendrá un “por qué”, es algo que siempre me ha dilatado el hastío mi buen. 

 
 

—No puse mi confianza en ti, o no puse la suficiente duda en ello ¡Te estoy haciendo una puta pregunta! Sin que pareciera una pregunta.

 
 

—¿La confianza en general o la tuya? Ya te dije que yo contesto con preguntas como la KGB lo hacía… La democracia habló por sí sola, no hubo nadie que la callará. La gente se identificó con sus propias aspiraciones frustradas, en alguien del cual se mal identifican. Se dividió la pobreza, pero claro, que existen diferentes tipos de pobreza, la misma se convirtió en una clase de ideología, como la tercera capa de pintura vinílica en paredes viejas.  

 
 

—Pero, pero…

 
 

—Pero nada, tú sabías que para eso sirvió la cuarta transformación, para sacar la mierda y filtrar todo este mierdero, tú los supiste, lo adelantaste, lo supusiste.  

 
 

—No tenía que ser así… No era parte del plan.

 
 

—Claro que sí, se mantuvo el balance, porque para eso me mandaron, para poder mantener el balance de las cosas, como un pinche Jedí. Como el cocinero de las tostadas de la Siberia, con el mismo caldo que queda de las pechugas se hace el consomé. Todo se redondea mientras cuadras lo que quieren los demás. Tú sabes que esto es y fue una guerra de grupos de malandros. Nadie más se puede auto engañar que tú mismo. 

 
 

—En el esperar está el perecer, donde el atardecer es acetato de un amanecer. Yo también juego con las palabras como tú lo haces, debería mandar a que te degollen cuando estés descuidado.  

 
 

—Se hizo lo que se tenía qué hacer sin dañar lo que ya se había comprometido. No me hago responsable de lo que los demás descuidaron. Es tiempo de perder un poco más para poder ganar más de aquí en adelante. 

 
 

—Vas a pagar. 

 
 

—No, yo ya cobré lo que se me debía, y no es puto dinero, aquí tienes los tickets de los pinches gastos. Adiós.

 
 








“Las madrugadas son pesadas para los que duermen o acaban de despertar” 

 
 

La música se escucha a un nivel bajo, mientras despierto dentro de un Buick. Me desayuno un cigarro y le doy un trago de coca caliente que había dejado anoche. 

 
 

—¡comandante! Traje unos tacos de por aquí, es rara la barbacoa los lunes. 

 
 

El del Uber se acercó a la ventana del lado donde me encontraba sentado. 

 
 

—Pa algo tienes que servir, culero, mira toda esa gente en sus cubos de concreto; hoy ganaron algo que no les beneficiará en nada. Admira esta puta mañana, roja como la cara de un avergonzado. Bailemos culero. Sí va a empezar esta mierda, que de una vez empiece bien, con pinche locura y buenas mamadas. 

 
 

Se escuchaba “Get Arround To It” de Arthur Russell. 

 
 

Bailamos en el cerro de la campana, mientras nos comíamos unos tacos de barbacoa (de dudosa procedencia). 

 


FIN