NOTAS PERDIDAS
Dedicado al vato que se mató el pasado lunes en el desnivel. Epilogo violento Me acordé de aquel adicto a la marihuana que se tomó casi un veinticuatro de caguamas fiadas. Sentado, en el patio de una casa que no era suya donde este habitaba de manera ilegal, situada en algún horrible municipio límites con otro que está mucho peor. Las canciones originarias de Colombia, las vallenatas, retumbaban la cabeza de este desconocido más. Al final y sin tanto preámbulo; la tristeza se murió de un balazo en la cabeza. Este le había robado la pistola a un policía estatal que se había quedado dormido. La vallenata se seguía escuchando acompañado de un eco vacío y perturbador: “Te amo, te extraño, te adoro con loca pasión” … Existe una colonia cerca de una fábrica que empezó a usar como medio de contratación el outsourcing desde hace unos diez años, comprando al sindicato con bonos brutos y activos más sucu...